Puente

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Haremos un puente con nuestro amor, cuyos linderos sean nuestros corazones. Debajo del cielo, un sinfín de imágenes grisáceas con olor a humedad. En el horizonte, donde lo infinito se mezcla de pronto con el espejo del mar, me encuentro la imagen de ti. En el extremo norte, tu cintura, bailando al ritmo de la vida; en el extremo sur, un codiciado deseo que penetro y derrumbo con pasión; en el extremo este, una dulce sensación de equilibrio; y, en el extremo oeste, justo donde se esconde tras el ocaso el sol.
En el poniente del horizonte, debajo de una vertiente del arrecife que se abre debajo de nuestro puente, procuraré no dejarte caer, entre muchas cosas, porque somos equilibrio.
Aquí, donde yace parado mi cuerpo, esperando la llegada del tuyo, es preciso decirte algo mientras duermes este divino sueño: el puente sigue en construcción, y seremos los mejores arquitectos de él.

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