En menos de un minuto
estás rodeada en mis brazos, descansas en mi pecho, protegida. Descubres que
puedes soñar un rato y decides cerrar los ojos. Antes del amanecer, esperando
un beso, una caricia entre las sábanas, la íntima invitación a la picardía se traduce
en tus ojos. Escondes una mano dentro de mis dominios, esperando levantar la
torre, para finalmente asestarles un golpe mortal a mis tropas. Así es como la reina duerme en mis aposentos, y el rey se quiebra ante su mirada.
***
Hacía mucho tiempo que no escribía poesía en prosa. Espero no decepcionarlos.
Jaque mate descomunal....
ResponderEliminarMe ha gustado enormemente Ricardo. Con que maestría y discreción describes el erotismo y la intensidad de estos enamorados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Felicidades, maestro.
ResponderEliminarUn placer y un besote.
Sí Ricardo las frases son mías: gracias por tus elogios y recibe un abrazo.
ResponderEliminarBonita entrada, me gusto.. lo bueno si breve.....
ResponderEliminarTe amo. *-*
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