Una
nube acrisolada, espejo de mil colores, que proyectan mis estados anímicos y la
silueta de tu alma. Esos espejos son la representación de mis sueños. Uno a
uno, los colores, son reflejos de lo cotidiano, juzgados por el juego del azar
o el destino, visto desde la perpendicular de nuestras miradas. Sonrío. Juego a
verte entre los reflejos. Me enervo al ver mis miedos. Me río de ellos y veo que
todos los espejos son diferentes. El reflejo de mí de espaldas al tiempo multiplicado
al infinito. Uno a uno, los colores, te sorprenden porque se mezclan con el
horizonte impermeable del alma lánguida, derruida por la soledad. Insoportable
levedad del ser. Y los demonios atormentan los espejos, porque todos somos
espejos, y tuyo sus colores.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.